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martes, 19 de junio de 2012
La deshidratación leve tiene importantes consecuencias
Parece que nuestra sensación de sed en realidad no aparece hasta que realmente estamos un 1 o 2% deshidratados. Para entonces ya ha empezado a impactar en nuestra mente y nuestro cuerpo. Este impacto ha quedado perfectamente reflejado en dos nuevos estudios que se han realizado en el Laboratorio de Rendimiento Humano de la Universidad de Connecticut, donde se muestra que la deshidratación leve puede tener un impacto significativo en el estado de ánimo de una persona, los niveles de energía y su rendimiento mental.
Lawrence E. Armstrong, profesor de fisiología en esta universidad e investigador principal del estudio remarca la importancia de mantenerse hidratado durante todo el día, sin considerar el nivel de una actividad física de cada uno. La deshidratación afecta a todas las personas, y permanecer hidratado correctamente es tan importante para los que trabajan de forma sedentaria todo el día como lo es para corredores de maratón.
Para llegar a estas conclusiones se analizaron dos grupos diferentes de individuos jóvenes, sanos y activos. Uno de ellos estaba compuesto por 25 mujeres con una edad promedio de 23 años y el otro grupo lo formaron 26 hombres, con un promedio de 20 años de edad. Todos los participantes fueron sometidos a tres evaluaciones que fueron separadas por 28 días descanso.
Además de la significativa reducción de las habilidades cognitivas, a las mujeres, la deshidratación leve les producía fatiga, dolores de cabeza y dificultad para concentrarse. En el grupo de los hombres, les causaba alguna dificultad con las tareas mentales que intervienen en la vigilancia y la memoria de trabajo. El equipo de investigación también observó que los síntomas de deshidratación fueron sustancialmente mayores en mujeres que en hombres, tanto en reposo como durante el ejercicio. Harris Lieberman, coautor del estudio y psicólogo de investigación en la División de Nutrición del Instituto de Investigación en Natick (EE.UU.), remarca que incluso la deshidratación leve que puede ocurrir durante el transcurso de nuestras actividades cotidianas y puede provocar en ambos sexos, cambios de humor adverso y limitar la motivación necesaria para realizar ejercicio aeróbico, incluso moderado. La deshidratación leve también puede interferir con otras actividades diarias, incluso cuando no existe presencia de la demanda del componente físico. Los científicos todavía no han conseguido averiguar por qué las mujeres son más vulnerables que los hombres a los efectos de la deshidratación leve.
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